Las lentes de contacto son una opción válida para la
corrección de muchos problemas visuales, pero se deben tener en cuenta unos
requisitos y pautas para una correcta higiene y mantenimiento de las mismas con
el objetivo de evitar infecciones y así preservar la salud de sus ojos.
- Se deben lavar, enjuagar y secar bien las manos
antes de manipular las lentes al ponerlas y al quitarlas.
Antes de poner las lentes en el ojo se debe
comprobar que estén al derecho fijándose en el perfil.
- No se deben guardar las lentes de contacto en
agua del grifo y menos aún con su saliva por riesgo de infección, tampoco deben
utilizarse soluciones de mantenimiento que lleven más tiempo abiertas del que
recomienda el fabricante. En el caso de que irremediablemente hubiese que
guardarlas en agua del grifo porque se caiga la lente al suelo o entre alguna
mota en el ojo, después habría que someterlas a un ciclo de limpieza y
desinfección especial.
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No se debe dormir con las lentes de contacto, en
caso de que suceda por descuido, echarse unas gotas de solución salina o
lágrima artificial antes de retirarlas ya que podrían estar adheridas a la
córnea. En caso de necesitar dormir con sus lentes de contacto, tendrá que
hacerlo bajo la supervisión de un profesional.
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No se deben usar lentes de contacto para bañarse
en piscinas ni es conveniente ducharse con ellas ya que hay riesgo de
infección.
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En ciertas condiciones ambientales su uso puede
resultar más molesto debido a sequedad ocular inducida por aire acondicionado,
calefacción, viento, humo, etc. En estos casos resulta útil el uso de lágrima
artificial. Es conveniente leer detenidamente el prospecto de las lágrimas
artificiales para asegurarse de que su uso es compatible con el de las lentes
de contacto.
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Cuando se ejecutan actividades que requieren
atención, como por ejemplo el uso del ordenador o la lectura, la frecuencia del
parpadeo disminuye considerablemente en la mayoría de los casos, por lo que el usuario de lentes de contacto
puede notar mucha más sequedad ocular en estas situaciones. La solución a este
problema será hacer hincapié en parpadear con mayor frecuencia para que las
lentes estén bien lubricadas.
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Para un correcto mantenimiento se deben
reemplazar las lentes con la frecuencia que indica el fabricante, además de
mantener el estuche portalentes limpio y cambiarlo regularmente para así
también evitar infecciones. Debe cambiar la solución de mantenimiento del
portalentes todos los días.
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Si en algún caso padece alguna infección como
una conjuntivitis o queratitis debe desechar esas lentes y todo lo demás que haya podido estar en
contacto con ellas o ser el foco de la infección, luego desechar también el
estuche y la solución abierta.
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Es importante que en caso de tener la misma
graduación en ambos ojos o utilizar lentillas neutras cosméticas no intercambie
las lentes de ojo.
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Si se maquilla es conveniente ponerse las lentes
antes de maquillarse para no arrastrar restos de rímel o lápiz de ojos al
colocarlas. A la hora de desmaquillarse debe quitárselas primero por el mismo
motivo.
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En caso de ser alérgico evite el uso de sus
lentes de contacto en los periodos en los que se agudicen los síntomas.
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Bajo ningún concepto utilice lentes de contacto
sin haber sido previamente supervisado por un profesional de la visión.
